Septiembre siempre se nos presenta como un mes de celebraciones. El inicio de la primavera, la celebración de nuestra fiestas patrias y un año más de nuestra escuela.
El pasado 12 de septiembre celebramos los 15 años como escuela. Con cantos, bailes y rica comida. Pudimos compartir entre toda nuestra comunidad un hermoso y soleado día.
Les compartimos el registro audiovisual realizado por Pedro Pavez, Papá de León; y las palabra de nuestra directora Vanessa Vásquez.
Una idea que nació como una necesidad familiar y se convirtió en un proyecto colectivo:
Queridas niñas, niños, niñes. Queridas familias.
Durante estas semanas y preparando material, hemos vuelto a mirar registros de los primeros años de nuestra escuela.
Qué emoción rara se siente al mirar el inicio de esta escuela. Pensar que se le dio cuerpo a una idea solo con el propósito, la convicción y la necesidad.
Junto a nuestra familia atravesamos todo tipo de dificultades y desafíos. También gozamos de satisfacciones diarias y alegrías reconfortantes que nos dieron y dan energías suficientes para continuar.
Las cosas no siempre van como uno espera, esa es la realidad. Y al mismo tiempo cada día con todo lo que trae, es un regalo.
Los espacios Montessori son espacios pensados para invitar. Son ambientes que promueven la voz interior, la propia voluntad. Es que hay una persona que está en desarrollo y que vive un proceso muy conectado con su propia voz interior y esto se manifiesta a través la elección de su trabajo y de estar permanentemente reconociendo quién es, entendiendo dónde está, y cómo toma en cuenta lo que vive, podrá elegir su siguiente experiencia.
Lo que viven diariamente en el salón es un actuar consciente. Esto, les recuerdo, no está ligado con la productividad medible, no está ligado con el resultado, está ligado con vivir el presente, vivir presente con otros y otras.
La autoconstrucción que viven sus hijos, hijas, hijes tiene que ver principalmente con la validación del momento que viven. Porque la autoconstrucción no es fruto de la comparación con otros, no es estar cumpliendo con expectativas de un adulto o un plan educativo. La autoconstrucción está relacionada con cómo me conquistan las experiencias que acumulo, cómo disfruto, cómo me sorprendo con lo que voy conociendo.
Pero también es importante entender la autoconstrucción como una vivencia colectiva, porque en un ambiente se viven muchos procesos diferenciados y en conjunto. Entonces, hay una red de colaboración que le da un encuadre generoso, amoroso.
Es una autoconstrucción social, una autoconstrucción de grupo y no es solamente individual.
Esta es la razón por la que iniciamos hace 15 años este camino.
Por los hijos, por las hijas, por la vida.
Gracias Francisca, Madison, Katherine, Montserrat, Valentina, Andrés, Gonzalo, Mono, Javiera, Anita, Pedro, por entregarse a la tarea, vibrar y entregarse a la labor diaria.
Gracias a las familias por confiar.













